La pena de Bélgica: año 2015

MARTES, 27 ENERO 2015, 05:10 - Macuz
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Ayer se jugó el clasico entre Standard y Anderlecht. Una vez más fue nada de que enorgullecerse. Intimidación, pancartas desagradables, fuegos artificiales, disturbios y un mal arbitro. Ese es el resumen breve.

El juego aún no había comenzado y los aficionados de Standard desenrollaron una enorme pancarta mostrando a un ejecutor sosteniendo la cabeza decapitada de Defour. Ya es indignante que una pancarta como esa fuera permitida por Standard. Con el terrorismo que se extiende sobre Europa, el estado Islámico decapitando personas y muchos niños viendo el partido, la decisión de permitir ésto no fue muy inteligente.

El ambiente hostil se estableció inmediatamente. Sólo después de unos minutos, el portero Proto fue golpeado por cubos de hielo y encendedores, lanzados -de nuevo- por los mal portados aficionados/hoolingas de Standrad. A lo largo de todo el juego, Defour fue insultado y despreciado. El arbitro lo permitió.

En el segundo tiempo, las cosas tomaron un giro peor. El arbitro Boucaut dio a Defour una segunda tarjeta amarilla cuando el centrocampista de Anderlecht pateo el balón fuera del juego para permitir la atención médica para el jugador de Standard Milec, que ya había estado mintiendo sobre el terreno de juego durante varios minutos. Verdad, Defour pateo el balón bastante fuerte fuera del juego. Pero después fue atormentado durante todo el partido, el arbitro debió haber mostrado por lo menos algo de simpatía; especialmente en un ambiente tan hostil.

Toda la situación escaló rápidamente. Los aficionados de Anderlecht rompieron sus asientos y los tiraron al campo de juego. Defour rechazó dejar el campo y tuvo que ser llevado por el entrenador asistente Van Handenhoven. Vanden Borre, en la banca, incluso obtuvo tarjeta amarilla por protestar.

Siendo diez y todavía tratando de recuperarse de los golpes mentales de la idiota tarjeta roja, los malvas no pudieron evitar la puntuación de Standard. Una vez mas, un partido entre Standard y Anderlecht se volvió en un patético espectáculo con Boucaut como líder. Pero eso no fue suficiente. Boucaut decidió demostrar su absoluta incompetencia una vez más: Ciman hizo un áspero abordaje en Cyriac. Boucaut agarró la tarjeta amarilla, luego se dio cuenta que Ciman ya estaba lleno, así que rápidamente guardo de nuevo la tarjeta... Standard quedó con once y a punto de anotar nuevamente.

Después del partido, los camiones de Anderlecht fueron parados por los hooligans de Standard que bloquearon el camino. La policía tuvo que intervenir para despejar el camino.

La organización de fútbol belga anunció que ellos tomarán acciones contra el evento. Pero como siempre, asumimos que no pasará mucho. Hace dos años, los aficionados de Standard dispararon fuegos artificiales a los jugadores de Anderlecht y permanecieron en la impunidad. Este año, Standar - Zulte Waregem tuvo que ser suspendido debido al mal comportamiento de los aficionados de Standard. Nuevamente, el club escapó impune. Todo esto animó más para promover la violencia, manipulación y la conducta antideportiva...



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